Olimpia de Gouges

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Olimpia de Gouges nació en Montauban en 1748. Desde joven, fue a vivir a París donde se dedicó a la gran pasión de su vida, escribir. Publicó novelas, obras teatrales y artículos políticos. Fundó y dirigió un periódico, El Impaciente, fue la precursora del feminismo:

“¡Mujeres! ¿Cuándo romperemos las cadenas de la opresión masculina?… ¡Obedecer y callarnos es la condena de un mundo gobernado por los hombres!, ¡Libertad, igualdad, fraternidad!”

En esas épocas, Francia vivía, la efervescencia de la Revolución. Robespierre y Marat arengaban al pueblo bajo las nuevas consignas republicanas. La Asamblea Revolucionaria acababa de aprobar la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. “¿Y los derechos de la Mujer, dónde quedan?”, reclamaban Olimpia y las revolucionarias francesas quienes protestaron enérgicamente, y enviaron cartas a la Asamblea que fueron ignoradas ya que los hombres de  los clubes jacobinos no les permitían la entrada. Sólo ellos decidían los destinos de la nueva República.

En 1789, el mismo año de la Toma de la Bastilla, las francesas se movilizaron y organizaron la Sociedad de Mujeres Republicanas y Revolucionarias. Dos años más tarde, Olimpia de Gouges escribió el más brillante alegato en favor de las reivindicaciones femeninas: La Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana que declara que “La mujer nace libre y tiene los mismos derechos que el hombre
La criticaron por su radicalismo. La ridiculizaron por su feminismo. Los revolucionarios no aceptaban ninguna oposición política, y menos viniendo de una mujer. Olimpia de Gouges se opuso a la pena de muerte contra el rey Luis XVI y su familia, Robespierre y Marat la declararon enemiga de la Revolución, dijeron que era una traidora, buscaban su muerte.

Olimpia fue guillotinada en 1793 por los mismos revolucionarios que hablaban de libertad y de justicia. La Revolución era para los franceses, no para las francesas. Poco después de su muerte, se prohibió a las mujeres cualquier actividad pública y participación política, Se las obligó a volver a la cocina y a la cama, Se legitimó, nuevamente, la violencia cotidiana contra la mujer.

Olimpia de Gouges fue una heroína de los derechos humanos y apenas es mencionada en los libros de historia de la Revolución Francesa, pero su vida es una bandera al viento para todas las mujeres del mundo.